El pobre mapache calabaza fue abandonado a una edad temprana, pero tuvo la suerte de encontrar un dueño y una nueva vida feliz bajo la apariencia de un perro .
Hace un año, Rosie Kempr, que vive en las Bahamas, se sorprendió al encontrar un mapache herido en su patio trasero. Rosie y su hija Laura Young decidieron hacerse cargo de este nuevo “amigo” y llamarlo pumpkin. A medida que pasaba el tiempo, Pumpkin se recuperó gradualmente y se acostumbró a su nuevo hogar como perro.
Rosie descubrió un mapache con una pierna rota en su jardín el año pasado.
Su familia decidió hacerse cargo de este pobre amigo.
El mapache recibió el hermoso nombre de su hija Laura:
El miembro travieso siempre sigue al dueño en la casa.
Pumpkin también está muy cerca de su amigo perro.
Este chico se ha adaptado perfectamente a su nueva vida llena de amor.