Las islas Berlengas y otras sorpresas frente a la costa central de Portugal
La costa central de Portugal alberga una joya escondida que cautiva a los visitantes con su belleza natural y su rica biodiversidad: las Islas Berlengas. Situadas a unos 10 kilómetros de la ciudad de Peniche, estas islas son un verdadero paraíso tanto para los amantes de la naturaleza como para los aventureros. Sin embargo, las Islas Berlengas son solo una de las muchas sorpresas que esperan a los viajeros a lo largo de la impresionante costa central de Portugal.
El archipiélago de las Berlengas comprende tres islas principales: Berlenga Grande, Estelas y Farilhões-Forcados. Entre ellos, Berlenga Grande es el más grande y visitado. Esta isla es una reserva natural protegida y designada Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Sus playas vírgenes, acantilados escarpados y aguas cristalinas lo convierten en un paraíso para los buceadores, buceadores y amantes de la playa.
Uno de los aspectos más destacados de una visita a Berlenga Grande es explorar la Fortaleza de Berlenga, una fortaleza del siglo XVII construida para defenderse de los ataques piratas. La fortaleza ofrece impresionantes vistas del Océano Atlántico y las islas circundantes. Los visitantes también pueden aventurarse en las cuevas de la isla, como la famosa Gruta Azul, conocida por sus fascinantes tonos azules.
Además de sus maravillas naturales, las Islas Berlengas albergan un ecosistema diverso. Las islas son un caldo de cultivo importante para las aves marinas, incluidos los frailecillos y los alcatraces. Los entusiastas de la observación de aves estarán encantados con la oportunidad de observar de cerca a estas magníficas criaturas. La vida marina prospera en las aguas circundantes, con peces de colores, pulpos e incluso delfines que hacen apariciones ocasionales.
Para llegar a las Islas Berlengas, los visitantes pueden tomar un barco desde Peniche. El viaje dura unos 30 minutos y los barcos operan durante los meses de verano cuando las condiciones climáticas son favorables. Es recomendable verificar la disponibilidad y el horario con anticipación, ya que la cantidad de visitantes permitidos en la isla está limitada para proteger su frágil ecosistema.
Si bien las Islas Berlengas son, sin duda, un punto culminante de la costa central, hay otras sorpresas por descubrir. El pintoresco pueblo de Peniche ofrece una encantadora mezcla de historia, cultura y excelentes mariscos. Sus largas playas de arena atraen a surfistas de todo el mundo, ya que Peniche es conocida por sus grandes olas y alberga competiciones internacionales de surf.
Más al norte a lo largo de la costa, los visitantes encontrarán la impresionante laguna de Óbidos, una gran laguna costera famosa por su belleza natural y oportunidades para la observación de aves. La laguna es un paraíso para las aves migratorias y alberga una variedad de especies, incluidos flamencos, garzas y patos. Explorar la laguna en kayak o bote es una actividad popular que permite a los visitantes sumergirse en la tranquilidad de este ecosistema único.
Continuando el viaje hacia el norte, la costa central conduce al encantador pueblo de Nazaré, famoso por sus gigantescas olas que atraen a temerarios surfistas. El Cañón de Nazaré, un abismo submarino frente a la costa, es responsable de crear algunas de las olas más grandes del mundo. Ver a los surfistas abordar estas olas monstruosas es un espectáculo impresionante que no debe perderse.
En conclusión, la costa central de Portugal es un tesoro de maravillas y sorpresas naturales. Desde las impresionantes Islas Berlengas con sus playas vírgenes y su rica biodiversidad hasta los encantadores pueblos de Peniche y Nazaré, hay algo para que todos disfruten. Si eres un amante de la naturaleza, un buscador de aventuras o simplemente buscas relajarte y sumergirte en la belleza de la costa, la costa central de Portugal sin duda te dejará recuerdos inolvidables.