Aterrador: los arqueólogos han encontrado una fosa común que contiene 38 cuerpos decapitados en un asentamiento neolítico en Vráble, Eslovaquia.

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En un asentamiento neolítico ubicado en Vráble, Eslovaquia, los arqueólogos han descubierto una fosa común que consta de 38 entierros, todos los cuales fueron decapitados.

Los restos de 38 personas fueron descubiertos en una zanja que rodea el asentamiento por arqueólogos del Centro de Investigación Colaborativo (CRC) 1266 de la Universidad de Kiel (CAU) y el Instituto Arqueológico de la Academia Eslovaca de Ciencias (Nitra) durante la excavación de este año en Vráble. A pesar de estar revueltos, los esqueletos estaban notablemente bien conservados. Sorprendentemente, todos los individuos fueron encontrados sin cabeza, a excepción de un solo niño.

“Supusimos encontrar más esqueletos humanos, pero esto superó todas las imaginaciones. Docenas de esqueletos yacían en el suelo polvoriento, apilados unos encima de otros en un revoltijo de huesos. Algunos se acostaron boca arriba, con las extremidades extendidas; otros yacían acurrucados en posición fetal. Todos menos uno yacían allí sin cabeza. ”, informa el líder del proyecto, el Prof. Dr. Martin Furholt.

SAS - News - ARCHAEOLOGISTS UNEARTHED A UNIQUE DISCOVERY FROM THE STONE AGE IN VRÁBLE

El sitio de Vráble-Ve’lke Lehemby, que data de 5250-4950 a. C., contiene tres asentamientos de la cultura de la cerámica lineal. A través de un estudio geofísico, encontraron 313 casas dentro del perímetro de los tres pueblos, que fueron habitados alrededor del 5110 a.C. Este hallazgo indica que Vráble fue uno de los mayores asentamientos del Neolítico Temprano en Europa Central. Aunque no todas las casas fueron ocupadas simultáneamente, la comunidad alcanzó su apogeo con aproximadamente 600 habitantes que residían en 80 casas, lo que la convirtió en un asentamiento importante para el Neolítico temprano.

 

Durante el verano de 2022, un equipo de arqueólogos eslovaco-alemanes realizó excavaciones y descubrió los restos del difunto esparcidos en un área de aproximadamente 15 metros cuadrados. Uno encima del otro, uno al lado del otro, estirados sobre sus estómagos, agachados sobre sus costados, sobre sus espaldas con sus piernas abiertas. Tal posición sugiere que los muertos no fueron enterrados con cuidado, sino arrojados o rodados en la zanja. En particular, todos los individuos, excepto un bebé, fueron encontrados sin cabeza, incluidas las mandíbulas inferiores.

37 skeletons without heads; here are two of theм lying on their fronts. How, when, and why the heads were reмoʋed is still unclear to the scientists. Photo: Dr. Till Kühl, Institute for Pre- and Protohistoric Archaeology/Kiel Uniʋersity

“37 esqueletos sin cabeza” aquí hay dos de ellos acostados boca abajo. Cómo, cuándo y por qué se quitaron las cabezas aún no está claro para los científicos. Foto: Dr. Till Kühl, Instituto de Arqueología Prehistórica y Protohistórica/Universidad de Kiel

Martin Furholt explica: “En los casos de fosas comunes con una ubicación poco clara, la identificación de un individuo generalmente se basa en el cráneo, por lo que para nosotros, el descubrimiento realizado durante la excavación de este año representa una situación particularmente desafiante para el equipo”.

El descubrimiento de la fosa común ha planteado varias preguntas. La presencia de huesos fuera de lugar sugiere que los cuerpos previamente esqueletizados fueron trasladados al centro de la trinchera para dejar espacio a otros nuevos. Además, algunos esqueletos conservan sus primeras vértebras cervicales, lo que indica que las cabezas se extrajeron con cuidado y no con una acción precipitada y violenta.

La Dra. Maria Wunderlich, líder del proyecto, sugiere que es tentador suponer que la fosa común representa una masacre que involucra sacrificios humanos, posiblemente relacionada con creencias mágicas o religiosas. También es posible que el conflicto fuera el resultado de interacciones bélicas, incluidas disputas entre comunidades de aldeas vecinas o dentro del mismo asentamiento. Además, el Dr. Wunderlich plantea preguntas sobre si los fallecidos fueron presa de los cazadores de cabezas o si sus compatriotas practicaban un culto a la muerte que no implicaba violencia interpersonal.

Para obtener más información sobre las identidades de los fallecidos, un equipo de investigadores interdisciplinarios planea realizar más investigaciones. Estas investigaciones incluirán análisis de ADN arqueológico, datación por radiocarbono y análisis de isótopos estables de los esqueletos. Mediante estas técnicas, los investigadores pretenden determinar la edad a la que fallecieron los individuos, su lugar de origen, si migraron de otras regiones, si tenían relaciones familiares, sus hábitos alimentarios, las enfermedades que pudieran haber padecido y las posibles causas de sus muertes.

fuente: https://arkeonews.net/

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