Francia perdió la final de la Copa del Mundo por penales contra Argentina anoche, pero el país tiene muchos otros logros de los que estar orgulloso. Bugatti, uno de los fabricantes de automóviles más exclusivos y exóticos del mundo, tiene su sede en Molsheim, Alsacia, Francia, y construye obras maestras como el Centodieci. Creado como un tributo moderno al EB110, ese modelo ahora está fuera de producción ya que el último ejemplo ha sido ensamblado y entregado a su nuevo propietario.
Poniendo fin a “un capítulo significativo en la era moderna de la construcción de carrocerías de Bugatti”, el último Centodieci presenta un exterior de color blanco cuarzo con un acabado de carbono negro en las secciones inferiores de la carrocería, además de rejillas negras mate. Se establece una conexión visual entre el superdeportivo moderno y su predecesor con las pinzas de freno de color azul claro y el logotipo de Bugatti en el alerón trasero. Este color está aún más expuesto en el interior, donde los asientos, el revestimiento del techo, los paneles de las puertas, la consola central y los tapetes están todos terminados en el mismo tono.
“El Centodieci reúne todos los componentes de la marca Bugatti en un paquete extraordinario: rareza, innovación, herencia, artesanía y desempeño incomparable”, comenta Christophe Piochon, presidente de Bugatti Automobiles. “Nuestros clientes buscaban tanto la producción limitada completa de diez que se agotó antes de que el Centodieci se revelara oficialmente”.