Un buen día, en la selva verde, vivía un tigre muy fuerte y valiente. El tigre vive solo en la profunda cueva rocosa del bosque, siempre listo para proteger su territorio y mantener a salvo a sus congéneres.
Un día, cuando el tigre vagaba por su territorio, descubrió a una niña perdida en el bosque. La pobre niña está llorando y muy asustada. El tigre se acercó a la niña y trató de tranquilizarla siendo amable y gentil.
La niña dijo que estaba perdida en el bosque y no sabía cómo volver a casa. El tigre escuchó y se dio cuenta de que la niña estaba en peligro si la dejaban en el bosque esta noche. De buen corazón, el tigre decide ayudar a la pequeña y convertirse en su compañera en esta aventura.
El tigre condujo a la niña a través del espeso bosque y las altas montañas. En el camino, el tigre tiene que superar muchas dificultades y peligros. Sin embargo, él nunca vaciló y siempre se dedicó a protegerla.
Después de un largo y arduo viaje, el tigre finalmente ayudó a la niña a encontrar el camino de regreso a casa. La pequeña agradece mucho al tigre y dice que le salvó la vida de una situación peligrosa. La pequeña se fue con una sonrisa en el rostro y prometió recordar siempre la caridad y el coraje del tigre.
Al ayudar a la pequeña, el tigre recibió lo más preciado de su vida: gratitud. Al día siguiente, el tigre encontró una manada de tigres jóvenes atrapados en una trampa peligrosa. Gracias a su coraje y fuerza, el tigre salvó la vida de todos los tigres jóvenes.